(El Chapitas. El
chivo. El Jefe. El Generalísimo)
Nace este personaje en 1891, en República
Dominicana, en una familia de ocho hermanos. Desde joven ya apuntó maneras de manipulador. Baste decir que pasados de largo
los veinte años, falsificación,
agresión, robo y chantaje eran aficiones que tuvo que pagar con algún tiempo en
prisión. Se desconoce cómo, pero tras carrera tan “brillante” logro un trabajo
de Guarda Campestre y tal oficio además de todo lo aprendido en sus años de
facineroso le serviría para enrolarse y ascender en el Cuerpo de la Policía
Nacional creado por EE.UU cuando debido al mal control financiero y al impago
de la deuda externa, invadió la Republica por seis años para intervenirla
política y económicamente. Este “trepa”, escaló fácilmente por la rama policial
y luego militar, a base de adular mandos yanquis y patear a sus paisanos,
disconformes con la ocupación del país. Cuando los americanos se fueron, lo
dejaron bien “enchufado” y el nuevo gobierno lo nombro al poco tiempo, jefe del
Estado Mayor del Ejército.
ASALTO AL PODER
En adelante,
todo fue coser y cantar. En unos años, desde su cómodo y alto puesto, anduvo
sembrando cizaña en la sombra, sobre las carencias de Vasquez, por entonces
presidente del país y en 1930, con esta política de acoso y derribo se hizo con
el poder de la República. Antes hizo un “paripé” de elecciones, en las que
utilizo todo su arsenal de “persuasión”, consistente en intrigas,
desapariciones y torturas para imponerse, a Ureña, el otro candidato. En los treinta años de dictadura, hizo del
país, su particular hacienda, y se enriqueció a manos llenas con dinero que
desviaba de ayudas externas y con su impuesta
participación porcentual o en propiedad absoluta de empresas que tenían
como cliente fundamental, al Estado. Oséa, “Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me
lo como”.
SUS OCURRENCIAS
· Sin carrera
militar de por medio, hizo militares de alto rango a familiares, a uno de sus hermanos, lo tuvo de presidente,
fue uno de sus cuatro hombres de paja, (“presidentes sin cartera”) en sus años
de dictadura y en el colmo del nepotismo, nombró general a su hijo Ramfis, con
toda su paga, honores y personal adjunto cosa que no hubiera extrañado demasiado,
si no fuera porque este, era un
niño de ocho años.
·
Cambio el
nombre de la Capital Santo Domingo, por el de Ciudad Trujillo. Lleno la Republica de calles, con su nombre y de
Estatuas, con su “egregia figura” y muchos hogares se autoimpusieron para
quedar fuera de toda sospecha de antitrujillismo tener una placa a su entrada
donde pusiera, “En esta casa Trujillo es el Jefe”. Y ya, puesto a ser
idolatrado consintió que sus aduladores, lo compararan con Dios, en documentos
oficiales, donde colocaron como antefirma “Dios y Trujillo”
·
El
“chapitas” que así, también se le conoció, por su afición al exceso de medallas
en sus trajes militares, lucio durante un tiempo un bigote a lo Hitler y cambio
varias veces la Constitución, para perpetuarse en el poder. Eso sí, tuvo el
detalle de dar un aspecto democrático a
su mandato, al menos de cara al exterior, por eso fundó el Partido Dominicano y
no consintió ningún partido más. Por supuesto que cualquier ciudadano de la
Republica que anduviera sin la Tarjeta de Inscripción al partido, podría tener
problemas. ¿Sera por eso que siempre gano las elecciones?
·
Era lujurioso, y de alguna forma, desenterró el Derecho de Pernada de los señores feudales. Cuentan que algún que otro colaborador cercano, tuvo que pedir a su pareja, más que sonrisas hacia el Tirano. Lo mejor era tener alejadas a las mujeres propias, sobre todo si eran bellas. Si se encaprichaba de cualquier joven, y no cedía a sus peticiones, la familia quedaba señalada y generalmente caía en desgracia. Por esta necesidad de sentirse el -macho cabrío del pueblo-, obtuvo otro apodo, “El chivo” que Mario Vargas Llosa, hizo conocer fuera de sus fronteras en su libro, La Fiesta del Chivo, donde cuenta los últimos días del Dictador. Después otro peruano Luis Llosa, primo del escritor, llevo en 2005 el libro al cine, con el mismo título.
Era lujurioso, y de alguna forma, desenterró el Derecho de Pernada de los señores feudales. Cuentan que algún que otro colaborador cercano, tuvo que pedir a su pareja, más que sonrisas hacia el Tirano. Lo mejor era tener alejadas a las mujeres propias, sobre todo si eran bellas. Si se encaprichaba de cualquier joven, y no cedía a sus peticiones, la familia quedaba señalada y generalmente caía en desgracia. Por esta necesidad de sentirse el -macho cabrío del pueblo-, obtuvo otro apodo, “El chivo” que Mario Vargas Llosa, hizo conocer fuera de sus fronteras en su libro, La Fiesta del Chivo, donde cuenta los últimos días del Dictador. Después otro peruano Luis Llosa, primo del escritor, llevo en 2005 el libro al cine, con el mismo título.
En la década de los Cincuenta, las dictaduras en América empiezan a hacer aguas y caen sucesivamente como si de un dominó se tratara
1955 Juan Domingo Perón en Argentina
1957 Rojas Pinillo en Colombia
1958 Pérez Jiménez en Venezuela
1959 Fulgencio Batista en Cuba.
Rafael Leónidas, viendo que se quedaba solo y
temiendo que cundiera el ejemplo, y le llegara el turno, ya salvada su patria debía luchar y llevar su
“generosidad” a esas otras patrias perdidas. Con ese objetivo;
En 1959, logra reunir con el
beneplácito incluso de EE.UU una legión de voluntarios (emigrados cubanos del
antiguo régimen) contra Fidel Castro. (Tiene guasa, dos dictadores frente a frente,
cada uno con distinta ideología política y con esa misma enfermedad, “el sometimiento de su razón, por la fuerza y
el miedo”) En fin, los comunistas
cubanos, repelieron el ataque, y prepararon la venganza junto al Gobierno
Venezolano.
En 1956 rapta en Nueva York al español Jesús Galíndez de Suarez, y llevado por avión privado a República Dominicana donde fue asesinado. Galíndez era abogado, escritor y profesor universitario, además de delegado en el exilio del PNV vasco. Estuvo varios años, en Republica Dominicana, pero ante la política represiva de Trujillo marcho a EE.UU, y allí, arremetió contra el Dictador, cosa que este no le perdonaría.
En 1956 rapta en Nueva York al español Jesús Galíndez de Suarez, y llevado por avión privado a República Dominicana donde fue asesinado. Galíndez era abogado, escritor y profesor universitario, además de delegado en el exilio del PNV vasco. Estuvo varios años, en Republica Dominicana, pero ante la política represiva de Trujillo marcho a EE.UU, y allí, arremetió contra el Dictador, cosa que este no le perdonaría.
Y en 1960, ante el clima de
desacuerdo con su política, desde dentro y fuera del país, retoma fuerzas para salvar otra patria también de
distinto ideal político al suyo. En esta ocasión, el tirano, pone los ojos en
Venezuela, concretamente en su presidente Rómulo Betancour, quien se había pronunciado
abiertamente contra la dictadura del “Chapitas.
Así, el “servicio de inteligencia
militar” de este último, se llegó al país vecino y coloco una bomba al paso del
coche de Betancour. Hubo fallecidos, pero el presidente pudo contarlo y hacer
una protesta pública a la Organización de Estados Americanos. Trujillo, se
había puesto en el ojo del huracán, ante el mundo. Su crédito se estaba
agotando.
EL MANDATO DEL MIEDO
Cargado de la megalomanía y el maquiavelismo que contagia a todos los dictadores, estaba convencido del servicio a su patria, y que el fin justificaba los medios. Se vanaglorió de los logros en infraestructuras y del levantamiento económico del país, diciendo que la disciplina era necesaria. Donde él decía disciplina, hay que entender, terror. Todo aquel que pudieran hacerle sombra o poner en duda su capacidad como gobernante, era amedrentado, torturado o asesinado, cuando no, desaparecido. Este proceder le fue bien en su primer y único asalto al poder, y ya no dejo de utilizarlo hasta el fin de sus días, rodeado de miserables lisonjeros y serviles, donde destaco, una banda paramilitar de terroristas denominada “La 42”, y un sistema policial altamente represivo.
Cabe señalar, en honor, a su “querer hacer
bien las cosas”, que al más puro estilo de la mafia, mucho de los asesinatos,
los vendió como accidentes y muchas de las desapariciones, como huidas del
país. Gran parte de la población, siempre estuvo con el sátrapa y siempre le
creyó, eso es fácil de entender, desde el ligero resurgimiento económico que
llevo trabajo a muchos hogares, al alto
índice de analfabetismo, superior al 50% y la manipulación de toda clase de
información. Hoy en día sigue habiendo gente que no reconoce muchos de los
crímenes que se le imputan, y de los que pudieran ser ciertos, dicen que la
mayoría se realizaron por mandato de hermanos y demás familiares, obsesionados
con no perder su status. Que estos eran los que movían la represión, y que a él,
solo lo tenían de inauguración en inauguración, de fiesta en fiesta, de
jovencita en jovencita. Creen que lo que paso, fue mucho menos de lo que se
cuenta, pero absolutamente necesario,
para evitar el desorden social y gracias a aquello, Republica Dominicana,
consiguió ser un país y no una plantación, al servicio de otros países.
LA MATANZA DEL PEREGIL
El tinte xenófobo del Generalísimo, su
aspiración de blanquear a la población dominica, proveniente de esclavos
africanos ( curiosamente él tenía ascendencia negra, que disimulaba acicalándose
con polvo de arroz) tuvo su máximo esplendor,
cuando en 1937, apoyado por burgueses y terratenientes, y con la excusa de que
los haitianos, les estaban quitando el trabajo y el territorio a los dominicanos,
y que por eso, estos últimos vivían en un descontento con él y su
gobierno, dio la orden a soldados sin uniformar y voluntarios
sanguinarios para exterminar a todos los residentes haitianos de la zona fronteriza.
La matanza se produjo con cuchillos, palos y machetes con la intensión de que pareciese
una revuelta de campesinos dominicanos. Probablemente más de 15.000 haitianos
murieron en unos días. Se denominó Matanza
del Perejil, porque los “empleados” del Jefe, distinguían al afro haitiano
del afro dominicano al decir esa palabra; así, el que no pronunciara la R era
haitiano; ya que los creole o educados en francés eran incapaces de decirla:
Por tanto, decir “pegjil” era la condena a muerte.
LA EXPEDICION DEL 14 DE JUNIO
Fidel no olvido el intento de derrocarle,
alentado por Trujillo y junto a Betancourt, le devolvió la moneda. Así, en
Junio de 1959 desde Cuba salieron cerca de doscientos revolucionarios entre cubanos,
portorriqueños, y dominicanos, sobre todo, para desembarcar en la costa Dominicana
y echar del poder al “Generalísimo”, pero las fuerzas militares de este,
acabaron prácticamente con todos ellos. El desembarco de los guerrilleros ha
pasado a la historia con la fecha en que se produjo “Expedición del 14 de
Junio”. El hecho, aunque fue un fracaso de la revolución, fue un triunfo moral. Mucha gente adquirió al fin conciencia de su situación y creció la oposición al gobierno.
Creándose un grupo opositor en la clandestinidad, cuyo nombre fue la fecha de la expedición fallida, Movimiento 14 de Junio. No obstante “El benefactor de la patria” no iba a estarse quieto y respondió como siempre supo. Se cuenta que: Centenares de jóvenes de todas las edades y de ambos sexos, hombres maduros, y hasta ancianos, que de manera individual o en asociaciones manifestaban su inconformidad frente a la dictadura, fueron encarcelados, torturados y no pocos fueron asesinados. Decir “la 40” en República Dominica, es todavía decir la Cárcel del terror. Allá, donde eran llevados para su total represión.
LAS HERMANAS MIRABAL (Las Mariposas)
Un día, cuando las tres hermanas, Patria, Minerva
y Mª Teresa venían de visitar a sus maridos encarcelados, fueron asesinadas
junto a Rufino de la Cruz, chofer que
las acompañaba. Las mataron a golpes y luego las despeñaron. La versión oficial,
fue que se equivocaron de camino y cayeron por el precipicio donde fueron
localizadas.
Para quienes puedan estar interesados en leer
o ver más sobre este episodio, saber que la escritora Dominica Julia Álvarez,
conto la historia en su libro, En el
tiempo de las Mariposas que se llevó
al cine en 2001, con el mismo título.
Posteriormente en el año 2010 otra producción titulada Trópico de Sangre, dirigida por el Dominicano Juan Delancer, relata
los mismos acontecimientos.
Por ese execrable asesinato ocurrido un 25 de
Noviembre, cada año en esa fecha se
celebra en el mundo, el Día Internacional Contra la Violencia hacia
la Mujer.
EL AJUSTICIAMIENTO
Minou Tavarez Mirabal, hija de Minerva, de la que
heredo su belleza, se quedó sin madre a los cuatro años y sin padre a los
siete, fusilado por el resto de políticos canallas que perduraron tras el
Dictador, consiguió el sueño de sus
padres, intervenir en la política dominica, llegando a ser Diputada , y ha contado alguna vez, "Recuerdo a mi
abuela quejarse de lo que llamaba temeridad de mi madre, al advertirle de lo
peligroso que era Trujillo. Y mi madre contestaba siempre: 'Si me mata, yo
sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte'". Seis meses después, el
30 de mayo de 1961, fue ese día en que Minerva, decidió sacar los brazos de su
tumba. Trujillo fue acribillado a balazos en su Chevrolet de
paseo, en una emboscada realizada por opositores y compañeros de Minerva en el Movimiento 14 de Junio.
Sin duda, la muerte de las
Hermanas Mirabal, fue la gota que colmó el vaso y por fin, prendió la mecha en
el sentir más patriótico. Desde dentro y
fuera del propio gobierno, se organizó un complot, que llevo al ajusticiamiento al dictador. Si bien es cierto, que el plan
lo único que hizo bien es “ matar al tirano”,
porque dejó demasiados cabos sueltos, y sobre todo la cobardía a última
hora del general José René
Román Fernández "Pupo", (casado con una sobrina del dictador) , que iba a ayudar en la transición, dejo sin
continuidad el proyecto. Prácticamente todos los que intervinieron fueron
apresados, así como familiares y cualquier allegado. Los implicados más directos
morirían en enfrentamientos cuando iban a ser detenidos o ejecutados tras su detención y tortura.
Ramfis, que llevaba tiempo
fuera del país, primero en EE.UU, donde dijo haber terminado su formación
militar y luego en Francia, (realmente anduvo gastándose el dinero de “Papi”,
entre señoras tan renombradas como Zsa
Zsa Gabor o Kim Novac) volvió y se puso al frente del gobierno, en los días de
terror que siguieron al atentado. El mismo, ejecutó primero al General Román Fernández
que fue denunciado por los mismos conspiradores
y luego a seis de estos últimos, en una finca privada mientras tomaba
copas con sus acólitos. Los cadáveres,
se hicieron desaparecer y al pueblo se le dijo al día siguiente, que el furgón
que los transportaba a declarar ante el juez, fue interceptado por un grupo revolucionario
que los libero, y que tal vez ya habrían salido del país. Para dar más credibilidad
al plan, el servicio secreto, ya había
preparado la escena con anterioridad, asesinando a tres policías y colocándolos
en el furgón policial, que estrelló contra un árbol en la carretera y ametralló
después.
El entierro, de Trujillo, se
hizo con toda la pompa de un Jefe de Estado. No faltó gente en la carretera al
paso del coche fúnebre ni plañideras por doquier. Fue enterrado en la cripta de
la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, un edificio religioso que construyó
en su San Cristóbal natal, donde él y su familia deberían dormir eternamente,
pero poco les duró, ese Monumental Panteón.
EL PRINCIPIO DEL FIN
Tras su muerte, la presión popular, contra todo lo que olía
al "Generalísimo Benefactor" hizo que sus familiares salieran
del país. Aún quedaron en el gobierno, los hombres que estuvieron a su lado,
pero su muerte fue, el principio del fin de todos ellos. Ramfis, su madre María
Martínez, (la españolita) sus hermanos Angelita y Rhadames y parte de la inmensa fortuna amasada por su
progenitor, salieron a los pocos meses hacia Francia, llevándose consigo el
féretro de “Trujillo”, por temor a que fuera profanado, una vez que todos sus
familiares, salieran de R. Dominicana.
Lo dejaron “durmiendo” en el cementerio Pere Lachaise de Paris. Era su segundo entierro.
Rafael Leonidas Trujillo
Martínez (Ramfis), marchó a vivir a
España junto a su esposa Lita Milan, otra actriz que hizo sus pinitos en Hollywood. Moriría en Madrid en 1969, al chocar su Ferrari contra el coche de Dña. Teresa
Bertrán de Lis, Duquesa de Alburquerque, que también falleció. Digamos que fue su última víctima. Está enterrado en
el Cementerio de el Pardo Mingorrubio, las buenas relaciones con Francisco Franco, fiel amigo
de su padre le sirvieron para encontrar donde meter sus huesos.
Aprovechando este Panteón y que la sepultura de Trujillo incomodaba en el Glamouroso Cementerio de Paris, los restos del tirano Dominicano, emprendieron un nuevo viaje y se trajeron a Madrid, para el tercer entierro en sitio tan “idílico y emblemático”, cercano a la que era la residencia del Caudillo Español.
Aprovechando este Panteón y que la sepultura de Trujillo incomodaba en el Glamouroso Cementerio de Paris, los restos del tirano Dominicano, emprendieron un nuevo viaje y se trajeron a Madrid, para el tercer entierro en sitio tan “idílico y emblemático”, cercano a la que era la residencia del Caudillo Español.
Algún día, cuando en República Dominicana ganen las
elecciones partido afines a tiempos pasados, es posible que los restos de los
Trujillo, vuelvan al país que los sufrió (voces políticas dominicanas, ya lo
demandan) Mientras tanto, por tierras madrileñas, en el pequeño cementerio
de el Pardo, en un tétrico y oscuro panteón que fotografiamos (no sin cierto recelo del sepulturero) sus huesos y los de su hijo
descansan. ¿En Paz?
Bueno, eso, tal vez sea pedir demasiado
FULGENCIO BATISTA ZALDIVAR
En 1954 El dictador Batista convoca a elecciones, las cuales gana ampliamente por medio del fraude electoral, al igual que las de 1958, donde llevaba de presidente a André Rivero Agüero, quien no pudo tomar posesión del cargo. Cabe decir, que en estos ocho años, y siempre con EE.UU detrás, Cuba tuvo un acelerado crecimiento económico, situándose en uno de los países más adelantados del mundo. Pero Castro, “solucionaría esta situación” y en 1959, ayudado por fuerzas comunistas, derroco a Fulgencio Batista y dejaría anclada a Cuba, en la economía de los sesenta durante muchos años. ¡!Pobres cubanos¡¡ de dictador en dictador
Bueno, eso, tal vez sea pedir demasiado
FULGENCIO BATISTA ZALDIVAR
Nació en una humilde familia cubana, con ascendencia africana, india y
china. Como era natural, su hogar pobre no le permitió recibir una gran
educación, aunque al menos pudo ingresar a una Quaker School,
instituciones religiosas. Como sabía que lo único que albergaba
algún tipo de futuro eran la Iglesia o el Ejército, se decidió por
este último.
Como militar, Batista, demostró una gran competencia; siendo
ascendido a los pocos años de su llegada. Con el paso del tiempo, se haría un
espacio importante en el Ejército Cubano. En1933 hubo un golpe de estado, "La
revolución de los Sargentos", El, no solo fue uno de ellos, sino uno
de los principales instigadores y eso le permitió ascender con prontitud en la
escala militar, hasta ser nombrado Jefe del Estado Mayor.
Ninguno de los presidentes que vinieron después anduvo mucho en su
puesto. Lo que hizo que ante esta inestabilidad política, se presentase a las
elecciones en 1940 y saliera victorioso. Permaneciendo como presidente durante
cuatro años que hicieron progresar a Cuba.
El 10 de marzo de 1952, a escaso cuatro meses de las elecciones presidenciales, Batista argumentando desorden político y social y valiéndose de su liderazgo dentro de las Fuerzas Armadas, y algunos sectores políticos del país, da un golpe de Estado, que en todo caso el pueblo no censuro en exceso. No obstante, para permanecer en el poder, y a pesar de que en principio, no hubo derramamiento de sangre, al final se impuso con desmanes propios de dictador, pero sin los excesos de otros. Cabe señalar que tras dos detenciones, dejo en libertad, a quien luego le echaría del poder y del país, un tal Fidel Castro.
En 1954 El dictador Batista convoca a elecciones, las cuales gana ampliamente por medio del fraude electoral, al igual que las de 1958, donde llevaba de presidente a André Rivero Agüero, quien no pudo tomar posesión del cargo. Cabe decir, que en estos ocho años, y siempre con EE.UU detrás, Cuba tuvo un acelerado crecimiento económico, situándose en uno de los países más adelantados del mundo. Pero Castro, “solucionaría esta situación” y en 1959, ayudado por fuerzas comunistas, derroco a Fulgencio Batista y dejaría anclada a Cuba, en la economía de los sesenta durante muchos años. ¡!Pobres cubanos¡¡ de dictador en dictador
Fulgencio
Batista salió de Cuba ese mismo año y tras un periplo que le llevo a República
Dominica y Madeira, se refugió en España para siempre junto a
su familia, a vivir de las rentas y la protección del gobierno Franquista.
Falleció en 1973, de un ataque al corazón, mientras disfrutaba del Sol de Marbella. Sus restos reposan junto a los de su esposa e hijo en el Cementerio de San Isidro en Madrid. ¿Se habrá cerrado ya el cupo de entrada al
camposanto hispano de tanto Dictador? Quizá todavía nos quepa Fidel, no en
vano, sus padres eran españoles, digamos que de merecerlo alguno, Fidel, el que
más. Pues hala!!, que donde han cabido tantos, uno mas no se nota.
Si!! es verdad que bromeo, pero podríamos sumar otra tumba más,
ya, que los dictadores nunca han estado bien vistos, sobre todo en el país
donde "ejercieron su cátedra".
Componente del ICC Internacional Andermatt
Ah, qué buena historia, si estuviera bien escrita...
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